Críticas de arte

La mano que teje y es tejida aparece en una imagen impactante dentro de la obra de la artista Lisu Vega. Reposa entre textos imaginarios en voz pasiva y activa, en forma de una voz media que no existe en español, pero que parece surgir durante el proceso de creación artística cuando una lucha creativa lleva a la creación a través de la conexión entre un objeto perdido y un sujeto resiliente. Generalmente, la artista emprende la reconstrucción simbólica de la pérdida a través de la participación de significantes emocionales en las imágenes. En la obra de Lisu, la identificación con la figura perdida de su abuela ayuda a comprender la génesis poética de su producción de imágenes y su propia autoconstrucción poética, con referencias autobiográficas. Devastada por el duelo, en un ir y venir entre la memoria y los recuerdos, emerge un imaginario familiar, compuesto por material autobiográfico y una elaboración híbrida de textos artísticos. Ella desea reconstruir tejiendo, cosiendo, confeccionando hilos, cuerdas y tiras, con las que construye objetos mágicos, siguiendo los procedimientos de su abuela materna, Yiya, en su taller de costura. Lisu encuentra su estilo en conexión con esta figura guía. Recordemos que el estilete perfora para dar forma a la materia informe, así como las tijeras, las agujas y los cuchillos de precisión son utilizados por Lisu en la creación de imágenes a través de recuerdos y fotografías como material para su producción.